La clasificación epidemiológica definida para los aglomerados urbanos que efectúa el Ministerio de Salud de la Nación ha posicionado a una sola localidad tucumana en la categoría de riesgo medio. Se trata de Famaillá. En el otro extremo de la tabla, con alto riesgo, figuran San Miguel de Tucumán, Burruyacu, Chicligasta, Cruz Alta, Leales, Lules, Monteros, Río Chico, Tafí Viejo y Yerba Buena. Las localidades que no han sido mencionadas, en tanto, se sitúan en bajo riesgo.
Actualmente, en la Argentina para evaluar el riesgo epidemiológico se consideran dos índices: la incidencia de casos de las últimas dos semanas y la razón de los casos. El primer factor coloca, en el numerador, el número de casos confirmados en ese período. Mientras que el denominador está compuesto por la población proyectada en esa área geográfica. Se utiliza como factor de ampliación cada 100.000 habitantes. La razón, en cambio, coloca, en el numerador, la cifra de casos confirmados. En el denominador van los casos acumulados en las dos semanas previas.
Así las cosas, se establecen cuatro rangos: bajo, medio y alto. La incidencia mayor a 250 casos cada 100.000 habitantes en 14 días se considera muy alta. El análisis se realiza según el departamento de residencia. En los distritos con más de 300.000 habitantes se tiene en cuenta como indicador, además, el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva.
El último informe fue actualizado ayer, según se lee en la web del Ministerio, donde se encuentra colgada la información. Pero amén de cual fuere el rango de las localidades tucumanas, hoy todas se encuentran comprendidas en las medidas dispuestas anoche por el presidente Alberto Fernández, en su Decreto de Necesidad y Urgencia. Así lo dispuso el gobernador tucumano Juan Manzur, cuando firmó su propio instrumento público, pues resolvió no hacer distinciones según el nivel de riesgo.